orden en el jardín

El orden en el jardín

¿Cuál es el elemento no visible del jardín pero máximo responsable de cómo es este, es decir de lo bonito, impactante, elegante….- y todos los calificativos que queramos ponerle – que puede llegar a ser?

¡Este es el ORDEN, en letras mayúsculas!

La definición de orden incluye varias acepciones, pero la nuestra sería: colocación de las cosas en el lugar que les corresponde.

Aparecen por tanto dos connotaciones, una espacial, y que apunta a una localización determinada y otra que es la que la asigna como la propia, la que le corresponde.

  • La localización, en nuestro caso, se refiere al espacio físico que ocupan los diferentes elementos del jardín.
  • El segundo componente es el que precisa y delimita el significado, frente al primero que meramente apunta a los aspectos posicionales exentos, y aquí el lugar correspondiente a cada cosa, es algo que debe estar determinado previamente a la distribución de los objetos, de forma unívoca y que por tanto establezca una relación perfectamente conocida entre objeto y posición.

¡Aquí es donde reside la gracia del jardín, en encontrar el lugar que le corresponde a cada cosa!

Para poder “ordenar” primero hay que “elegir” los elementos a colocar.

La elección de cada elemento no es sencilla, es el resultado de los dos objetivos a cumplir por el jardín: utilitario y estético.

  1. En primer lugar la razón analiza el espacio y junto con las necesidades a cubrir, se establecen los usos de cada zona.
  2. En segundo lugar intervienen los factores estéticos: del entorno, de la vivienda y las preferencias del cliente.

Y todo ello sin olvidar que se pueden dar dos situaciones diferentes: cuando cada posición puede ser ocupada por una única cosa o cuando no se produce esta exclusión posicional y varios objetos puede tener la misma localización, y es aquí donde interviene la manera de hacer del propio diseñador.

Todo ello proporciona unos elementos / mediciones que son la base de nuestro futuro jardín.   Al mismo tiempo que se escogen, se les va atribuyendo su lugar correspondiente y éste no es sólo físico (unas coordenadas determinadas), sino que con su ubicación también se pone de manifiesto la relación que establece este elemento con su entorno inmediato y su papel en el resultado final.

Hasta aquí todo es teórico, pero en el caso concreto de los elementos vegetales, llega el día en el que por fin, ¡ya están en el jardín!

En un primer momento todos están agrupados por especies tal como han sido descargados del camión. El primer impulso es pensar que nos hemos equivocado y que son pocos para el espacio a ajardinar –siempre… independientemente de la superficie del mismo-.

Ahora viene el momento mágico. En mi caso concreto voy colocando cada uno en su sitio en un movimiento que es la síntesis de todo el proceso iniciado con la primera visita al cliente.

Cada planta tiene su lugar asignado según un boceto primero y un plano ejecutivo después, pero es en este momento cuando se materializan realmente los aspectos funcionales y estéticos y es el propio lugar el que te indica donde va cada una de ellas. Aquí intervienen todas las leyes del diseño – que veremos en futuras entradas – y que al igual que las leyes físicas, van estableciendo sus lazos de manera que una planta tiene que estar aquí y no dos palmos más allá, siempre según la interpretación personal que el diseñador hace de todo el proceso.

Es un momento muy importante para el diseñador y de gran felicidad para todos y pensaréis ¿qué pinta el orden en todo esto? Pues un determinado orden  hace que el resultado sea bello, elegante, transmita paz, energía, entusiasme, nos conmueva…. o todo lo contrario y si no podemos hacer la prueba.

Cogemos varios elementos y los damos a distintos individuos  para que los coloquen en un mismo lugar. Veremos lo diferente que puede ser el resultado porque “poner en orden algo” es un acto aparentemente sencillo con mucho trabajo detrás.

Y según palabras del artista milanes Piero Fornasetti (1913-1988): “El artista debe poner orden en las cosas para crear otro mundo, una segunda naturaleza”.

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